mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

jueves, 29 de diciembre de 2011

Y DE POSTRE: ¡¡¡FABADAAAAAAAAA!!!! (de mazapán)

¡¡¡La fabada se viste de fiesta!!!
Jejje!!! Sí, una distinta fabada. Vamos a terminar el año con una sonrisa en la cara y haciendo gala de  nuestra gastronomía autóctona. Y qué mejor que una buena fabada para representar a nuestra tierrina, Asturias... Bueno, una buena fabada pero dulce!!!
Hace varios años que tengo la suerte de poder participar en cursos de cocina en nuestra escuela agroalimentaria y cuando hice el primero, coincidía con Navidades. Fue la primera vez que elaboré este rico postre navideño. Recuerdo la carina de mi sobrino el día en que puse la cazuela sobre la mesa. Me dijo: ´Tati, si ya cenamos, ¡además, ¿cuándo viste tú comer fabes pa cenar?!  La verdad es que a primera vista da el pego totalmente, ¿verdad? Les gustó mucho esta 'fabadulzada' y desde entonces la vengo preparando. Y para colmo, este año decidimos comernos les fabes en lugar de las uvas tradicionales, por eso de la suerte, vamos, por eso de que nos den suerte para todo el año. Os invito a prepararla para que el próximo empiece con muy buen pie para todos.

Sorprende su sabor.

Y ya, para qué esperar más, esta receta que, para compartirla con todos vosotros, me regaló A. G. O. Para que el de Reyes no sea más que otra excusa:


ROSCÓN DE FIN DE AÑO
Son pocos los ingredientes,
los tienes seguro a mano.
Utensilios: unas horas
de disposición y un cazo.
Trituramos los problemas,
desmigamos los obstáculos.
Desechamos las tristezas
y a las penas, sartenazo.
Doramos las esperanzas,
la ilusión la enharinamos.
Y que no nos quemen mucho
las amarguras de a diario.
Espolvoreo paciencia,
y paz y fuerza le añado;
vierto almíbar de futuro
y una copa de entusiasmo.
Al fuego los descontentos
y los sentimientos malos.
Pongo amor en rama, un litro
de los deseos más gratos.
Remuevo bien, a conciencia,
salpico de vez en cuando
con dulzura de la infancia
y corteza de un verano.
Cogemos un bol de aguante
lo mezclamos y amasamos
hasta que coja la forma
de una promesa, un abrazo.
Cuando sonría la masa,
la estiramos y enroscamos.
Batimos nieve hasta el punto
de vaciar todo cansancio
y las ideas, bien claras.
Las yemas las reservamos.
Adornamos con firmeza
y amor caramelizados.
Un portazo a los pesares
y, de seguido, horneamos.
Ya verás qué roscón sale
con sabor a feliz año.
''Que vos preste y que vos dure
¡Mucha suerte a cada paso!''











































Necesitamos

Para la fabada (salen 4 cazuelinas de 18cm)
  • 1 kilo de almendra molida
  • 1 kilo de azúcar
  • 250 gramos de agua
  • 5 cucharadas soperas rasas de cacao en polvo sin azúcar
Para la morcilla

  • 250 gramos de ciruelas pasas sin pepita
  • un vaso de vino blanco dulce de buena calidad
  • un vaso de azúcar
  • 100 gramos de nueces troceadas
Para el chorizo

  • colorante alimentario rojo
  • una cucharadina pequeña de cacao en polvo sin azúcar
Para el almíbar

  • mermelada de melocotón, un bote pequeño
  • azúcar, unas cucharadas
  • agua, medio vaso
  • 1 hoja de gelatina
Elaboración

Procedemos a preparar dos masas de mazapán como en la receta base, pero a una de las masas de ponemos junto al el cacao.

Ponemos el cacao con el agua y el azúcar.
Nos quedan dos masas, una chocolateada y otra de mazapán sencillo.
Con la masa chocolateada haremos lo siguiente:

Pongo una cazuelina de barro para hacerla del mismo tamaño.
Se hace la base y con los restos el rulo para el contorno.

Con la mitad de la masa preparamos las cazuelinas, estiramos la masa con el rodillo sobre un papel de horno y cortamos la base de ellas.

Con la otra mitad haremos rulos para colocar alrededor de la base y así completar la cazuela.

Se forma la cazuelina

Con unos cachinos formamos las asas.

Se superponen las capas de mazapán.

Una porción de masa con cacao nos sirve para hacer el tocino. Colocamos superponiendo masa de mazapán y masa chocolateada. La cortamos en rectángulo y luego loncheamos en porciones.

Así queda el tocino. La foto es mala porque la hice con el móvil.

Se  pone a cocer muy despacín hasta que quede una masa pegajosa y seca.
Para la morcilla picamos las ciruelas y las ponemos a cocer en un cazo con el vino y el azúcar, a poco fuego para que se vayan deshaciendo y formando una especie de masa pegajosa, bastante espesa. Llegado a este punto añadimos las nueces, apartamos de la llama, mezclamos bien y colocamos el conjunto sobre un papel film que enroscaremos en forma de caramelo, dejándola del tamaño de una morcilla real. (Sale una morcilla muy larga, sobra, pero está muy rica).

Dejar enfriar bien.

Para les fabes, tomamos pequeñas porciones de masa de mazapán y procedemos a formar bolinas del tamaño de un garbanzo grande.
Se forma una bolina.

Formamos les fabes haciendo rodar la bola con el dedo.
Se le da forma con el dedo.

Para el chorizo tomamos una porción de masa de mazapán y le ponemos el colorante y una cucharadina de cacao, hasta conseguir el color del chorizo.
Se le pone a un poco de masa colorante rojo y un poco de cacao.

 Formamos un rulo grueso, del tamaño de un chorizo real y lo envolvemos en forma de rulo con papel film, igual que la morcilla.

Se forma un rulo con la masa coloreada.

 Cuando cortamos las porciones del chorizo, aplicamos unas migas de masa de mazapán en ambos extremos, para imitar el magro.
Se ponen' cachones pequeño's de masa de mazapán para simular el magro del chorizo.

Se va llenando la cazuelina con les fabes y una vez bien llena, se colocan los trozos de chorizo, morcilla y tocino.

Se va llenando la cazuelina..
Y llenando...
Más compango...
Y la completamos con más fabes.

 Se pone a hidratar la gelatina en agua fría.

Para decorar, se hace el baño cociendo la mermelada con el azúcar y el agua, unos cinco minutos. Se tritura bien, se pone al fuego hasta que vuelva a hervir, para que se oscurezca, y se separa del fuego. Le añadimos la gelatina que ya habremos hidratado perfectamente en agua unos 10 minutos antes. Se pinta la fabada con esta gelatina , abundante, y se deja enfriar para servir. Es importante que no se abrillante la fabada hasta el mismo día en que se vaya a presentar. Lo que sobre, se conservará en la nevera.
Salen cuatro hermosas cazuelinas.
Sin pintar.
Ya preparada.
 ¡¡¡ Que vos preste y que el año empiece super bien!!! ¡¡¡Todo lo mejor para el 2012, día a día!!!