mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

lunes, 13 de febrero de 2012

FARIÑONA (POTE CON PELOTES)

Se solía comer después de la matanza.
Volvemos a esas recetas de nuestra cultura gastronómica. A la fariñona. A esta especie de embutido hecho con fariña de maíz y que se solía preparar en los días de la matanza. Al carecer de neveras ni congeladores, todo se guardaba en las llamadas fresqueras, aquella especie de armarios que en lugar de una puerta opaca, tenían un marco de madera y alambre de cierre, de rejilla, para que se mantuviese fresquina, como su nombre indica, la comida que allí se metía y a la vez los insectos no pudieran contaminarla.
Y claro, la caducidad de los alimentos era muy corta. De ahí que predominasen los chorizos y las morcillas, metidas en cajas o en potas viejas y cubiertas con la grasa del cerdo, que hacía que se conservase sin ponerse rancias. Por eso la fariñona, pasaba a ser una de las comidas posteriores a la matanza. Nuestra madre siempre nos la preparaba cuando los vecinos mataban los cerdos, en casa nunca lo tuvimos. Le llenaban una botella de sidra de sangre y compraba un buen trozo de tocino. Para nosotros era una auténtica fiesta!!! Nos prestaba mucho. Preparaba una pelota de fariñona para cada uno y dejaba un buen trozo para cocer aparte. Ese era el que nos freía con unes patatines... Bien frito, churruscadín y con aquelles patates nos sabía a gloria!!! Nuestro padre recuerda que en casa de sus abuelos utilizaban la vejiga del cerdo bien limpia para llenarla de fariñona, que ahumaban y la dejaban colgada en una esquina de la cocina. Cortaban trocinos con un cuchillo de cuando en cuando, para que durase... Hoy puede parecer un plato super calórico, porque lo es.  Pero merece la pena probarlo, no tiene nada que ver con la morcilla, ni con cualquier otro embutido. Es diferente, en textura y en sabor. Se puede encontrar ya preparado en alguna carnicería de Luanco, lo meten en una tripa y así se garantiza que no se deshaga al cocer. Mamá siempre las hacía sin ella. Posiblemente por que no tenía acceso a ellas, se utilizaban para el resto de los embutidos... Lo importante es el saborín tan rico con que queda el potaje, el aroma del que se llena la cocina al prepararlo y la buena sensación que nos deja en el paladar. Aún así, a quien le gusta, le gusta bien y a quien no, la detesta. Pero para poder decidirlo, primero os aconsejo, catarla. Después, elegís.
En casa nos gusta a todos, pero la preparo solamente una vez al año.

Necesitamos
Me gusta que se cueza muy despacín.

Para las pelotas

  • 1 kilo de tocino fresco, limpio
  • 2 kilos de cebollas
  • 1 litro de sangre fresca de cerdo
  • medio frasquín de especias, de orégano, o al gusto
  • 3 cucharadas soperas de un buen pimentón
  • 10 gramos de sal
  • 750 gramos de harina de maíz
  • 150 gramos de harina 
Si sobran, un día después están aún mejor.
Para el pote de berzas
  • un buen manojo de berzas, picadas en trozos más bien grandes
  • 6 patatas grandes picadas en trozos también abundantes
  • 4 dientes de ajo
  • 2 buenas cucharadas de pimentón
  • un puñadín de sal, al gusto
  • aceite de oliva
  • azafrán en hebra, al gusto
Ahora lo podemos hacer con papel film.
Para el atado
  • Parte de la fariñona
  • un trozo de tela de algodón o papel film
  • azafrán en hebra al gusto, a mí me gusta abundante, le da mucho sabor
En casa nos gusta preparar la fariñona en un fuego lento, que se vaya haciendo despacín.

Elaboración
Mezclamos las harinas y las tamizamos.

Picamos menudín el tocino y las cebollas.

En un barreñón, ponemos la harina, el tocino, el orégano, las cebollas, la sal y el pimentón.
Todo bien fresco
Vamos poniendo la sangre por arriba y amasando, hasta que nos quede una masa que se pueda manipular facilmente.

Se tapa con un papel film (mamá le ponía un rodillo limpio) y se deja reposar una hora, más o menos.

Pasado este tiempo, se hacen pelotas del tamaño de una naranja. Se reservan.


Mientras reposa la masa de la fariñona, vamos haciendo el pote de berzas.
Las berzas de mi huerto.

Le quitamos los rabinos a las berzas, tirando de ellos.

Se va lavando bajo el grifo hoja por hoja, para eliminar posibles bichinos.

Ponemos unas hojinas encima de otras y las enroscamos.

Las vamos cortando con el cuchillo, primero a lo ancho y luego a lo largo, de manera que nos queden picadinas en trozos más bien grandes.

Ponemos agua a hervir y en ese momento echamos las berzas, para bacocharlas, dejándolas hervir, unos 10 minutos.
Hay quien no bacocha las berzas, eso va en gustos. Si  no se hace, el caldo está, en mi opinión, demasiado fuerte.

Se escurren de esa agua y se ponen en la pota en la que vamos a preparar el pote.

Le ponemos agua hirviendo por arriba y al fuego.

Se van preparando las pelotas de fariñona y las vamos añadiendo al pote. Hacemos así hasta que nos quede la tercera parte de la masa, ésta la reservamos para cocerla aparte y será la que friamos.
Un olor estupendo, el que se expande por la cocina cuando se cuece.

Una vez que terminemos con las pelotas, dejamos que se cuezan, añadiendo siempre abundante agua, de manera que nos queden bien cubiertas. Le ponemos el azafrán.

Mientras, ponemos los dientes de ajo, pelados y partidos al medio, en una sartén con un poco de aceite de oliva, dejamos que se doren, apartamos del fuego y le añadimos el pimentón, removiendo inmediatamente.
Poco a poco, el caldo va tomando colorín.

Lo añadimos al pote, desechado los trozos de ajo.

Dejamos que se haga, hasta que las pelotas queden suaves y al pincharlas, se vea que por dentro también tienen  la misma textura. Las dejé cocer 4 horas, añadiendo agua caliente, cada vez que se secaban.
Queda así de rico...

Para hacer el atado, ponemos un trozo de tela de algodón sobre la mesa de trabajo y colocamos en el centro la masa de la fariñona que teníamos reservada.

Hacemos un rulo, bien firme, de manera que no se pueda abrir al cocer.

Lo atamos por los extremos.

Lo ponemos a cocer en agua caliente, salada. Lo dejé cocer unas dos horas.

Sacamos el rulo del agua y lo dejamos enfriar sobre una rejilla, antes de quitarle el paño.

Bien cocidas las pelotas del pote, se añaden las patatas troceadas en cachos grandes, se deja que se cuezan despacio.
Se van tomando pequeñas porciones de la pelota con las berzas y la patata. Tiene un rico caldo. ¡¡¡Seguro que el frío se marcha del cuerpo!!!

Se sirve un poco de berza, con unos trozos de patatas y una pelota, por persona. Se le añade caldo por arriba.
Se le quita el paño.
Se corta en rodajas de medio centímetro.
Se hacen a la plancha, con poco aceite.
¡¡¡Así está muy buena!!!

Para freír la fariñona del rulo, se corta en rodajas de medio centímetro, se calienta un poco de aceite en una sartén y se fríen hasta que queden bien crujientes. Se pueden acompañar de patatas y pimientos fritos.

¡¡¡A ver si os presta!!!