mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

sábado, 15 de septiembre de 2012

BOLLINES DE LALA ( La Galupa)

Para  comerlas ya templadinas.
Los posavasos son creaciones de los chicos y chicas de la Asociación Rey Pelayo, para personas con discapacidad.  ¡¡¡Preciosos!!!
Hoy os dejo una receta de aprovechamiento que me facilitó mi amiga Ana. Unas ricas bollinas que prepara su madre casi todos los fines de semana. La idea primera era pasar por su casa para que ella misma las hiciese, pero como los quehaceres quiebran muchas veces la buena voluntad (o, como diría un buen amigo `la urgencia de lo inmediato...´) no me fue posible acudir. Cuando Ana me dio la receta ya me parecía que tenían que estar muy ricas y no me defraudaron.

Conozco a esta familia desde siempre y las aprecio mucho, ellas lo saben. Pero con Ana siempre mantuve una amistad muy grande. Aunque pasemos meses sin vernos, las dos sabemos que ahí estamos para lo que sea. Además nos encanta por igual la cocina y las dos somos entusiastas coleccionistas de libros. Espero con mucha ilusión una libretina llena de recetas de su puño y letra. Allí seguro que estarán algunas de las  que hacían su abuela y su madre,  Lala la Galupa,  una trabajadora infatigable, a la que siempre admiré por su capacidad para hacer frente a todo lo que se le pusiera por delante. Con su cuerpo menudo y ágil emprende cualquier tarea sin arrugarse. Una digna representante de tantos y tantos Galupos que viven en nuestro concejo y fuera de él. Pienso que es bien conocida y querida. Y sus hijas, más de lo mismo. 

Gracias, Lala, estas bollinas son  especialmente ricas, llenas de sabor tradicional, baratinas y fáciles de hacer. Y queda pendiente una buena 'fartura' en tu casa, para merendar y charlar sin mirar el reloj. ¿Vale?

A ver si os gustan.

Un poema de A. G. Ovies, para niños.


La soledad es algo

que tiene cura;

y se quita más fácil

que la pintura.

Si están solos los árboles,

mueven los brazos,

y enseguida se posan

cientos de pájaros.

Si están solos los ríos,

van a la fuente,

y enseguida se bañan

en la corriente.

Si están solos los campos,

telefonean a mayo,

y grillos a montones

vienen pitando.

Yo nunca estaré solo

porque soy listo,

y quiero a mi familia

y a mis amigos.


Les podemos poner azúcar glass.

NECESITAMOS  (para unas 25-30 bollinas, de a cucharada)
  • medio litro de leche entera
  • un palo de canela
  • la piel de medio limón
  • un bollo grande de pan duro, mejor de dos días
  • 3 yemas
  • 3 claras
  • 75 gramos de azúcar
  • una copa de anís dulce
  • 5 cucharadas de harina tamizada
  • medio sobre de levadura tipo Royal
  • azúcar para rebozar
ELABORACIÓN
En un cazo ponemos la leche con la piel de limón y la canela a hervir despacín para que se aromatice bien la leche. Retiramos la piel y la canela y añadimos el pan que habremos picado en trocinos. Removemos y dejamos hasta que esté deshecho y parezca una papilla gordina.
Pasamos a una fuente y dejamos que se enfríe. Removemos de vez en cuando para que no le salga una capa dura por la superficie. Aparte, batimos las yemas con el anís, el azúcar y la harina con la levadura mezclada.( A mí se me olvidó poner la harina en este paso y la añadí al final. También cambié un poco el anís, no tenía del normal y le puse de guindas, por eso me quedó con un color más oscuro) Removemos bien y mezclamos con la crema de la leche que ya estará fría.
Mezclamos bien. Aparte montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos con cuidado (mejor con movimientos envolventes) a la mezcla anterior.
Mezclamos bien y si se os olvida la harina al principio,  la incorporáis con mucho cuidado al final,  igual que si fuese para un bizcocho, para que no se bajen las claras. En un cazo con aceite  caliente vamos friendo a cucharadas las bollinas. Las dejamos hasta que estén doradinas. Si ponemos pocas de cada vez y flotan bien en el aceite, dan la vuelta solas.
Las vamos colocando sobre papel de cocina y  seguidamente las pasamos por azúcar.
Y tenemos unas dulces bollinas por muy poco trabajo y dinero.
Quedan crujientes por afuera y suaves por dentro.
¡¡¡Buen provecho!!!