mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

lunes, 26 de agosto de 2013

PECHUGA DE POLLO ASADA



Hoy un plato barato, fácil y rico. Lo podemos dejar preparado con antelación porque queda hasta más sabroso.


Y un recuerdo especial para nuestra querida amiga Elena, que el pasado día 24 cumplió 99 esplendorosos años. Eres una luchadora y seguro que celebraremos muchos más.
Aunque con el calor, las flores se vinieron abajo, tus brotes siguen abriendo...

Os dejo un texto de A. G. Ovies, publicado en La Nueva España:

Son más que yo

Sensaciones de una plácida tarde de verano

banugueselpicu.jpg
Sábado. Agosto. Dos mil trece. Me siento a contemplar el sol que ya se extingue. Hay un rumor de casa en todo el pueblo. En tardes como ésta bulle algo muy hermoso semejante a la vida. La hora del regreso, la casa acogedora, el olor de la cena. La candidez del día ya oscurece. Todo desprende mansedumbre y oro. Todo es inaprensible, grandioso, casual. Nada a mí alrededor menos endeble. Me sobrepasa cuanto existe y observo, cuanto calla y me ignora. Y entiendo que soy yo el que apenas conoce el por qué estoy aquí, tan sin sentido a veces.


Todo es muy superior. Me aventaja el gorrión que salta hasta las migas que pongo en el alfeizar. La higuera que, tranquila, espera hasta septiembre. La abeja que recorre las corolas del alba. El perfil de la noche con sus viejos contornos. Las hebras de la brisa que pasa suave y leve. Todo posee arraigo y entereza. Todo es continuidad, respuesta y testimonio. El pozo y el brocal. El poste y la alambrada. El fuego, la ceniza. Los tallos y la rosa. La espina que protege. Fluye en todo más voz que en mi palabra. En todo más verdad que en mi presencia, porque todo es impulso y situación. Todo un mínimo afán de lo aparente.


Son más estas hortensias que cada año retoñan. Más esta telaraña perfecta como un día, tan breve y consistente. Estos cuervos que cruzan la altura del verano. Este suelo donde hunden su eternidad los robles. El libre camachuelo, con su lamento grácil. Más, son mucho más los grillos, las chicharras y estas solas luciérnagas que encienden. Más que yo en esta noche, bajo esta magnitud de estrellas que salpican el cielo inabarcable. Más que yo que no ofrezco ni un poco del misterio y el aplomo que ofrecen.


Dicen más. Significan y asumen su temor y sus límites. Constituyen mejor la entidad que los nombra, el cuerpo que los finge, la tez que los contiene. Cualquier tramo de luz, cualquier gesto de roca, cualquier tímido musgo, cualquier fruto carnoso me fascina y excede. Porque son lo que indican su quietud y su inercia, lo que mira la tierra, lo que lava la lluvia, lo que el frío transita, lo que el amor intenta. Son lo que acaricia el aire, lo que carga el vacío, lo que conforma el todo, algo que yo no puedo casi nunca por siempre.

sábado, 17 de agosto de 2013

PASTEL DE ALDEA, CON NATES, CHOCOLATE Y COCO




Estos días de verano, especialmente en el mes de agosto, se celebran muchas fiestas en nuestro concejo. Entre ellas, en El Ferrero, en el mismo corazón del Cabo Peñas, los vecinos veneran a su patrona, La Virgen de la O. Me gustaría felicitar a todas las personas que hacen posible año tras año su celebración y en especial a ese grupín de actores estupendos que interpretan magistralmente comedias propias de nuestra región, teatro costumbrista. Me recuerdan a la infancia, cuando nos reuníamos con sillas improvisadas ante grupos itinerantes y nos hacían soñar. Enhorabuena a todos, que vuestro entusiasmo cree escuela en el pueblo.
Y os dejo un pastel que solía preparar nuestra madre, con los recursos que tenía a mano, ahora casi un privilegio. Seguro que en muchas casas de aldea también se hace.
 A ver qué os parece.


Vista aérea de El Ferrero, Cabo Peñas, Gozón (Imagen copiada de elferrero.com)
Un poema de A. G. Ovies:

viodo.jpg
Viodo, Gozón
.
Volverás en verano

y encalaremos juntos la fachada del tiempo.

Aquí todo envejece a ritmo campesino

y te echamos de menos cuando tus rosas

revientan como un tiro de sangre.

Todos los días del año son los más oportunos

para añorar al ser que nos ha abandonado.

Pero tú volverás;

yo sé que te apetece escuchar las rodadas

de la infancia entre la manzanilla;

yo sé que tienes ganas de entender

qué dicen las gaviotas cuando rompen el sol a picotazos;

pero tú volverás              

porque han puesto autobús para llegar al nunca,

porque el pueblo se queda poco a poco,

porque quiero cambiarte unos cromos del llanto,

porque te necesito para labrar el frío.

Volverás a esa hora temprano

y los niños irán ya a la escuela en pantalones cortos

y te diré en secreto por qué cantan los gallos

y te llenaré un libro del olor de las cuadras.

Volverás porque, a veces, si nos falta algún rostro

el pasado es reciente a cada siempre.

viernes, 9 de agosto de 2013

LICOR DE GUINDAS CASERO

.
Necesita unos meses de reposo. Este es del año pasado.
Va pasando, poco a poco, este verano. Primero con un tiempo lluvioso y frío y últimamente con unos días calurosos y propios de la estación. Espero que sean jornadas festivas y alegres para todos los que se acercan a esta cocina. Os deseo toda la felicidad posible y que aprovechéis al máximo el tiempo, disfrutando de la familia y de los amigos.

Y para esas reuniones en las que pasamos unas sobremesas en agradable compañía este licor de guindas viene como anillo al dedo. Mi vecina Leti tuvo la amabilidad de regalarme un cesto repleto de estos pequeños frutos y lo preparé.

Tengo varias fórmulas para  elaborarlo, pero esta vez me decanté por la que recoge un libro que una buena amiga me hizo llegar. Y no es un recetario cualquiera, perteneció a una amante de los fogones y viajó con ella desde Argentina. Viene cargado de historias e inundado de la esencia y la destreza de su propietaria:


Me gustaría desde aquí, agradecer este obsequio. Lo sabré valorar como se merece. Gracias.


Es un licor muy rico y fácil.  Un chupito bien frío nos presta en verano. A ver qué os parece.

Quisiera recordar con unos versos de A. G. Ovies, a nuestro querido D. Ángel. D.E.P.


AMPLITUD INFINITA

Algo tenemos de dioses e infinitos. Pero somos mortales. Algo llevamos como de flor y pájaro, como de trigo y tormenta. Algo nos pertenece en la amplitud de la palabra. Algo somos de las bahías y los árboles y de la blanca nieve. Algo somos del humo y de las fíbulas y de las definiciones.

Algo. Somos algo.

La tarde y la mañana. La tarde y la mañana. El cielo azul, la brisa, el aire. La estampa, los tejados, el llanto, la ventana. Somos la risa, el muro, la cantiga, el paisaje. Algo como el camino y los emprendedores.

Como el día y la noche. Como el día y la noche. Y el día y la noche.

A. G. Ovies, Las señas del perseguidor, Avilés 1999