mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

sábado, 20 de diciembre de 2014

COCODRILO DE MAZAPÁN RELLENO



En estas fechas que se acercan y que tanto invitan a la compañía, me apetece asomarme a esta ventanina de mi cocina para desearos a todos que disfrutéis de vuestra familia. Ojalá el año que se acerca sea mejor que éste que se va y nos sorprenda con toda la dicha que no esperamos. Hasta entonces, sed felices.

Os dejo este cocodrilo. Es fácil, aunque necesita una buena dosis de paciencia. Besinos.

Con un pez en la boca.
Un texto de Aurelio González Ovies, publicado en La Nueva España:
En su memoria.

BOCANADAS DE VILLANCICO

¡Qué grande aquel espacio. O qué pequeño yo! La cocina era el hueco más vivo de la casa hasta entrada la noche, desde el amanecer. Allí cabía la mesa de madera con hule, y el armario de puertas y cajones añil. La ilusión y los cazos; la palabra y el fuego; y el pan tierno y el bien. Y las viejas banquetas con las patas pintadas y agujero en el centro. Y las cajas de leña y el carbón y hasta, a veces, la máquina ruidosa y triste de coser. Y los botes y latas con galletas, pastillas y botones y velas. Y los kilos de azúcar y los litros de aceite, por si volvía la guerra y no había qué comer. Y azulejos con cromos y con calcomanías. Y la radio vestida con género estampado y un san Pancracio, al lado, con dos reales metidos en su dedo apuntando y una ofrenda sencilla de perejil y fe.

Diciembre con sus hombros cargados de raitanes. Era la temporada más intensa del año. El mes más esperado, con sus gélidos ojos y su olor a belén. Las escuelas cerraban sus puertas unos días. Y todo era distinto aunque fuera lo mismo. Nos gustaba pisar los charcos congelados y chiscarnos la ropa y echar luego a correr. Nos llegaban postales de primos de Galicia y de aquella maestra –Milagros (Pontevedra), cariño y vocación– que me enseñó a leer. Y lucían en el árbol junto con los adornos que mi madre adoraba: la herradura plateada, el tamborcillo rojo, las madreñas atadas a una rama de acebo, las bolas fragilísimas de nieve y de cristal, el trineo con cajas de regalos y renos y una estrella de púrpura y un dado y un quinqué.

Diciembre con sus brazos de padre protector y de recogimiento. Me asomo a sus estancias: escucho la alegría bullir tras la ventana. Humea la compota. Me llegan bocanadas de villancico y muérdago. Y alguien rompe el turrón a golpe de martillo. Hay higos, polvorones, bolas de anís y almendras y nueces a granel. Ojalá que esta dicha quedara para siempre en torno a la familia y que jamás la vida pueda portarse fiera. Mas es todo un ensueño. Imposible es volver. Diciembre, ¿dónde se habrán quedado las campanillas de oro, la inocencia, el anafre? ¿Dónde los que presiento casi más que a mí mismo, pero no están, lo asumo; no están, no están, lo sé? Diciembre. ¡Era tan libre el tiempo… tan lento y tan sereno su eterno suceder! ¡Qué largo el transcurrir entonces del invierno. O qué fugaz y vana la razón de mi ser!



Para el cocodrilo, necesitamos:

Para la masa de mazapán, ver aquí

Para la masa de cascarillas del relleno, ver el blog de mi amiga Ángeles, os gustará
además:

  • frutas escarchadas
  • almendras crudas peladas
  • 1 huevo para pintar
  • unos piñones para los dientes y laterales
  • optativo, licor de almendras
Para la glasa final, azúcar glas y agua



Elaboración:
Repartimos la masa en dos y una de las partes otra vez en dos. Entre dos papeles de horno, estiramos la mitad de la masa, la dejamos de un centímetro de grosor, menos en uno de los finales que será para la cabeza y la dejamos  de unos 4 centímetros.
Con la masa del relleno de las cascarillas, preparamos el primer relleno, aplastándolo sobre la parte más fina extendida, dejando unos 3 centímetros por los bordes. Estiramos una de las medias partes que nos quedan, de masa y la ponemos sobre la masa de las cascarillas. Picamos las frutas.
Y las colocamos sobre el mazapán. Ponemos con una brocha licor de almendras por encima de todas las frutas y por los márgenes, menos en la masa destinada a la cabeza. Ayuda a pegar bien el mazapán, pero conviene no pasarse con  la humedad. Vamos enroscando poco a poco el cocodrilo.
Seguimos enroscando y a la vez estirando, ayudándonos con el papel de horno. Dejamos la parte del cierre para abajo. Formamos a la vez la cabeza. Del último trozo de mazapán que nos queda, cortamos 4 trozos iguales para formar las patas.

Hacemos en el final de las patas cuatro cortes para imitar los dedos. Damos un corte en la cabeza, para formar la boca y hacemos una pelota con papel film para evitar que se cierre.
De una fruta, me gustó verde, hacemos los ojos, formamos las cejas con un poco de mazapán y estiramos la masa que nos queda, bien fina, para formar las escamas con un cortador circular pequeño, el mío de 1 centímetro de diámetro, Ponemos un palillo de brocheta en  la boca.
Rayamos las patas, colocamos las cejas y todas las escamas.
Ponemos un trozo de fruta alargado dentro de la boca y unos piñones para los dientes, achatamos la cabeza y le damos forma.. Terminamos colocando las almendras y unos piñones en los laterales. Yo hice un pez de mazapán para ponerle dentro de la boca.
Con una yema y un poco de agua, bien batido, pincelé el cocodrilo. Calenté bien el horno solamente con el grill, a máxima temperatura y dejé que se dorase en la parte alta, con doble bandeja, para que no se seque por abajo. (Ojo con el horno, me pasé un poco)
Terminé de decorar, después de dejar enfriar, con un poco de glasa que preparé con azúcar glas al que le añadí poco a poco agua. La metí en la manga pastelera con una boquilla redonda, pero un poco ancha, debería de ser más pequeña para que quedase más fina la decoración..

Os dejo más fotos por si os apetece prepararlo. Seguro que a los neños les gustará:








FELIZ NAVIDAD