viernes, 18 de febrero de 2011

CAZUELA DE FIDEOS CON RABAS Y MEJILLONES

Los fideos tienen que quedar un poco duros y caldosos.
A mi padre le gustan mucho los fideos caldosos y lo mismo le da con qué los cocine. Hoy con rabas y mejillones. Son muy rápidos de preparar y siempre salen bien. Si te sobran para el día siguiente y ves que están un poco secos, les añades un poco de caldo de pescado con unas cucharadas de tomate frito, los espolvoreas de perejil muy picadito y quedan perfectos.

NECESITAMOS:
  • 1/2 kilo de fideos gorditos
  • 1/2 kilo de mejillones con su caparazón
  • 1 kilo de rabas de calamar
  • 1 cebolla
  • 1/2 pimiento verde
  • 2 dientes de ajo
  • 1/2 vasito de vino blanco
  • 1/2 vasito de tomate triturado
  • un manojo de perejil
  • unas hebras de azafrán
  • pimienta negra molida
  • orégano
  • 1 1/2 litro de caldo de pescado
  • sal
  • aceite de oliva

ELABORACIÓN:

Pelamos y picamos menudo todas las verduras.

Limpiamos bien los mejillones y los ponemos a cocer en una cazuela ,rociándolos con el vino blanco. Cuando se abran, estarán listos. Retiramos del fuego y colamos el caldo resultante. Les quitamos él cascarón que se desprende bien y reservamos.

Vertemos aceite en una sartén y, bien caliente, echamos de pocas en pocas las rabas de calamar bien secas dejándolas sofreír unos minutos. Reservamos.

En otra sartén amplia ponemos aceite y los ajos en frío muy picaditos. Cuando se hagan, añadimos la cebolla y el pimiento y dejamos que pochen bien.

Ya pochados, echamos el tomate triturado y lo dejamos 5 minutos. Le ponemos las rabas y los mejillones y les damos unas vueltas hasta que hierva el conjunto.

Añadimos el caldo de los mejillones, el perejil muy picado, el azafrán y el caldo de pescado. Esperamos a que hierva y dejamos caer los fideos en forma de lluvia; removemos suavemente, bajamos el calor del fuego y esperamos unos 15 minutos.

Espolvoremos el orégano y la pimienta (y si no te gustan las especias, no le pongas nada).

Comprobamos la cocción, los fideos tienen que quedar un poco duros -al dente- y caldosos, pues terminan de hacerse fuera del fuego, tapados con un papel de horno.

Se sirven muy calientes.

¡QUE VOS APROVECHEN!
Si no te gusta la presentación con el cascarón, deja sólo los mejillones.
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