Quedan muy suaves y aguantan frescos unos días. |
Muchos domingos hago el pan en mi horno. Sale muy bien y es muy fácil de elaborar. Huele de maravilla la cocina, te apetece que termine pronto la cocción para pegarle un bocadín. Le podéis poner frutos secos al gusto y el añadido es el no va más...NECESITAMOS:
- 500 gramos de harina
- 200 cl de leche
- 25 gramos de levadura fresca
- un poco de sal
- un poco de agua
Tamizamos la harina y la ponemos en un bol grande, haciéndole en el centro un pequeño volcán que no nos llegue abajo del todo.
Ponemos en un poco de agua templada la levadura y la deshacemos bien.
La añadimos a la harina y vertemos la leche también caliente, comenzamos a amasar.
Cuando tengamos una bola añadimos la sal y seguimos amasando hasta que no se nos pegue a los dedos y quede elástica.
Le pegamos unos golpes contra la meseta y la ponemos en un bol tapada con un paño de algodón y colocándolo en un lugar cálido.
Dejamos que leve unas cuatro horas, hasta que doble su volumen.
Ponemos a calentar el horno a 200º.
Echamos harina en la meseta y vamos cogiendo bolas de la masa del tamaño que queramos, envolviéndolas de harina y colocándolas en una placa de horno forrada con papel , separadas porque crecen.
Dejamos que crezcan un poco antes de meterlos a cocer.
Mantenemos el horno solo por abajo y la placa en la parte baja.
Dejamos que se vayan haciendo un cuarto de hora, comprobamos que están dorados por abajo, que crecieron y que tienen un buen color por arriba y ponemos el calor por arriba unos 5 minutos más.
Dejamos que se enfríen sobre una rejilla.
¿A que tienen buena pinta? |