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Son del tamaño de una almendra grande. |
Si, coñinos. Aunque suene raro. La primera vez que probé estas galletinas, hace ya un montón de años, fue en compañía de mi amiga Cris. Viajando desde Oviedo, me comentó que si quería un coñín, la miré con asombro y soltó una buena carcajada. Sacó una bolsina de cuarto de kilo y entre risa y risa, nos la zampamos en los cuarenta y cinco minutos de trayecto... Querida Cris, hace mucho que no te veo, pero estás en mi mente.
Cuentan que los orígenes de estas curiosas galletas se remontarían a la celebración de una reunión eucarística en la ciudad de Oviedo, allá por el año 1910, más o menos, y que su elaboración primera sería monacal. Dicen que querían hacer unas pastas originales y las hornearon en forma de diminutos panes con un corte longitudinal. Luego, con ese otro nombre más socarrón las bautizaron los propios asturianos, y popularmente así se siguen conociendo.
La receta es de la pastelería San Juan, de Oviedo, que hace unos años cerró, rescatada del libro
Confiterías y Confiteros de Asturias.
Feliz día de San Mateo a todos.
Un texto de A. G. Ovies:
CARMINA BURANA. VERSIÓN ACTUALIZADA
(In taberna quando sumus...)
En la era en la que estamos/del guasap no nos soltamos,/desde que sale la luz/hasta que nos acostamos./Lo que sucede con el guasap/es digno de constatar./Más vale que no lo bajes...,/pero no te librarás./Unos están enganchados,/otros no hacen otra cosa./Jamás tuvieron los dedos/empresa tan afanosa./Unos dale que te pego/otros pego que te dale,/hay quien guasapea sin tildes/y hay quien no pone una hache./Nadie que no lo conozca,/nadie que no lo utilice;/unos gastan los pulgares/y otros apuran los índices./Guasapea el sabio,/guasapea el arpista,/y el indio y el payo/ y el zen y el callista./Guasapeamos todos/como unos posesos,/en el ascensor,/en actos y en plenos.
Uno, bien por la mañana/dos mientras desayunamos/el tercero para Pili/y el cuarto para el hermano./El quinto al colar la leche,/con el zumo sale el sexto,/en el séptimo va un vídeo/ y en el octavo cien besos./En el noveno una rosa/y en el décimo una escucha./Unos cuarenta guasaps/antes de entrar en la ducha./Tres para unos compañeros,/dos para saber si llueve,/media docena a un colega/y otra media para el jefe./Dos corazones a Luci,/a José tres con el mono,/y a mamá caras redondas/con el amor en los ojos.
Guasapea el ciclista,/guasapea el viandante/guasapea el torero/y el exnavegante./Guasapea Rita,/guasapea Pedro/y el que espera el bus/y el que saca el perro./Guasapea el guardia/y el camionero,/guasapea el cliente/con el camarero./ Guasapea el ministro/con las alcaldesas/y guasapea el príncipe con Mingo y Teresa./Guasapea este,/guasapea aquel,/guasapea el soldado/con el coronel./Guasapea el viudo,/guasapea mi tía,/guasapea el cura/en la eucaristía./Guasapea el alto,/guasapea el bajo,/guasapean los jóvenes/y los centenarios./Guasapea Lola,/guasapea Senén/y el que compra el pan/y el que va en el tren.
Guasapea él,/guasapea ella,/guasapea el motero/que nos atropella./Guasapea el maestro/y los parvulitos,/y hasta Blancanieves/con sus enanitos./Guasapea el que corre/guasapea el que reza/y el que lleva prisa/ y el que va, y tropieza./Guasapea el infante/y hasta la nodriza;/guasapea el piloto/mientras aterriza./Guasapea la abuela/con todos sus nietos,/guasapea el barbero/cuando corta el pelo./Guasapean de día,/guaspean de noche,/el que barre aceras,/la del carricoche./Guasapea Olegario,/guasapea Efrén/y la bailarina/y el que sube al tren.
Guasapean decenas,/guasapean millones,/guasapean los reyes/y los polizones./Guasapea el filósofo/y guasapea el vago,/las brujas, las hadas/y el duende y el mago./Guasapean en London/y guasapean en Collanzo/y guasapea Mercedes/mientras cuecen los garbanzos./Guasapean los mimos/ y la dependientas/y los ingenieros y las enfermeras./Guasapea el retrógrado/y el iconoclasta,/guasapea el calvo/y el que lleva rastas./Guasapean los laicos,/guasapean civiles,/guasapean cientos,/guasapean miles./ Nadie se mira ni abraza,/pues todos guasapeamos,/unos lo hacen a escondidas/y otros lo hacen a dos manos./Para tanto guasapeo,/todo teléfono es poco;/y hasta sobran las palabras,/¡vivan los emoticonos!/(Quién nos diría hace nada/cuando ni móvil había/que no podríamos ni comer/sin su amable compañía./).
(Aurelio González Ovies. LNE. Septiembre, 2015)