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Mezclando leche caliente y a cucharada. |
El maíz. Siempre el maíz, presente en todos los corredores de los hórreos de nuestra provincia. Fruto de la cosecha y esfuerzo de todas las familias y que saciaría el hambre de animales y personas durante el año. Mi tía siempre nos contaba que las riestras colgando decían un poco de los posibles de las casas de antaño. A mayor cantidad, mejor condición.
En grano, para alimentar a gallinas y toda ave de pico, y en harina para las vacas y demás animales domésticos. Y sobre todo, para las personas. Comenzaban la mañana preparando con ésta les papes y con la
boroña (pan de maíz) les sopes. Si no se tenía leche para acompañar, se arranchaban así, simplemente hervidas con agua. Con leche, mucho más apetecibles y si se podían acompañar con un poco de azúcar, lo mejor de todo.
Si al mediodía no había mucho para comer, se alargaban los potes con les sopes y un refritín de aceite y pimentón. A veces con un poco de ajo o tocino. Para fiestas, con un poco de chorizo o morcilla...
Crónicas de un pasado que aún se toca con la mano.
Aunque a nosotros ya no nos tocó el marchar para la escuela con un platín de sopes o papes para calentar el estómago, nuestras tías abuelas nos las preparaban algunas veces. Personalmente por les papes no me daba mucho más, pero les sopes, con leche y azúcar, me encantaban. Y es el día de hoy que la
sopa de leche dulce la preparo muy a menudo. A nuestro hermano pequeño siempre le gustaron mucho
Estas recetas, aunque no están de moda y posiblemente no se preparen, me parece que han de tener un sitio en nuestra memoria, para que los que vienen sepan de ellas.
Que vos presten.
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Se tomaban de igual manera que les papes.
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