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Se puede suprimir las guindillas por pimentón picante. |
Vaya unos recuerdos que me asaltan la memoria cada vez que las preparo. Huelen a mar, a mar de infancia, a mar de adolescencia, a mar en todas sus extensiones. De niños brincábamos por las piedras de nuestras calas cavando llámpares (lapas) competiendo a ver quién conseguía más... Nuestros familiares, en días de marea, llenaban las cestas de varas de blima (paxas) que llevaban, unas pocas para casa y el resto para vender por bares y mercados de la localidad. Mamá las preparaba en llamparada, con arroz, con patatas guisadas, en empanada... Nuestro padre las cavaba en pedreros de difícil acceso y se las traía, ella le recordaba al marchar que se las cogiese "picudas" que eran las más tiernas. En cambio a nuestra tía le gustaban grandes y amarillas. Es un plato muy típico de nuestra zona, marinera por excelencia, y se celebra un festival, por el verano, en su honor, que tiene mucho éxito. Son muy fáciles de preparar, pero tenemos que ser muy cuidadosos y pacientes con su limpieza, pues traen pegadas, en ocasiones, piedrecillas y en su concha encontramos casi siempre restos de algas. A ver qué os parece. Así es su receta:
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Así de frescas vienen de la mar.
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