mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

martes, 18 de enero de 2011

CASTAÑAS DULCES CON MIEL Y CHOCOLATE

Que ricas están las castañas! La verdad es que son un poco viciosas porque nos ponemos a comer y no nos basta con unas pocas. Recuerdo de niña cuando nos las ponían de postre...era un lujo! Así, peladas y cocidas con un buen vaso de leche caliente azucarada... Que recuerdos! Ahora disponemos de ellas practicamente todo el año y ya no les damos tanta importancia pero siguen siendo muy valoradas en nuestra cocina. A ver si os gusta esta manera de prepararlas.
Yo las presento calentinas, así la miel y el chocolate se integran en ellas.
NECESITAMOS:
  • 1 kilo de castañas de buena calidad
  • 200 ml de nata para montar
  • 100 g de chocolate de fundir
  • 100 ml de miel
  • 6 cucharadas de azúcar
  • 1/2 pocillo de anís
ELABORACIÓN:

Quitamos la piel exterior de las castañas y vigilamos que estén todas sanas, eliminando las que tengan daño.

Ponemos agua a hervir y en ese momento ponemos el azúcar, el anís y las castañas. Tiene que cubrirlas abundantemente para que no se apelmacen y rompan.

Una vez cocidas, les quitamos el agua y cuando enfríen un poquito les vamos a quitar la telita interior colocándolas en una fuente.

Ponemos al fuego la nata con el chocolate y dejamos que suavemente se vaya fundiendo, hasta que hierva.

Ponemos en la fuente de servir las castañas que deseemos por persona y las bañamos por arriba con el chocolate para terminar regándolas con la miel. Si nos enfriasen les pegamos un pequeño toque de microondas para servirlas calentitas.

¡QUE APROVECHE!
Están buenísimas montadas sobre una base de natillas o crema inglesa.