Recién hecha está muy rica, pero a mi me gusta más fría. |
NECESITAMOS:Hace años el desayuno que quería mi padre era una picatostina. Se la hacía mamá los domingos, día en el que estábamos todos en casa, y la bañaba con vino Sansón... Siempre esperábamos a probar un bocadín; mamá entonces nos hacía una a nosotros y nos prestaba por la vida. Poníamos tanta azúcar por encima que al mordisquear nos quedaba un bigotin que nos obligaba a reírnos unos de otros y a pasarlo en grande con tan poca cosa. Hasta hace pocos años, se la hacía todas las mañanas a mi tía, pero con menos huevo. A ver si os gusta.
- 2 huevos
- 1 trozo de pan del día anterior, similar a un bollo
- 200 cl de leche
- 4 cucharadas de azúcar
- 40 gs de mantequilla
- azúcar para espolvorear
Le sacamos la miga al pan y la ponemos a remojar en un bol junto con el azúcar. Dejamos una media hora para que el pan se empape bien y se ablande.
Batimos los huevos y añadimos el pan y la leche, mezclándolo bien.
Ponemos una sartén al fuego, que no se pegue, y le echamos la mitad de la mantequilla. Cuando caliente le echamos la mezcla de los huevos y dejamos que se haga bien por ese lado, con el fuego fuerte, unos 4 minutos y bajándolo unos 5.
Con un plato humedecido en agua le damos la vuelta, colocamos en la sartén el resto de la mantequilla y volcamos la picatosta sobre ella.
Dejamos que se vaya haciendo de la misma manera que antes. Pasado ese tiempo la pinchamos un poco con un palillo y si sale seco, ya está.
La espolvoreamos bien con azúcar.
¡QUE VOS APROVECHE!
Le podéis poner por arriba miel, chocolate, mermelada... |