Cubierta con chocolate y espolvoreando coco, queda muy bien. |
Argentina era una vecina nuestra que falta hace más de 30 años, mi madre la quería mucho.Venáa a menudo a nuestra casa y en una ocasión le dio esta receta. No sabría decir la de veces que nos la hizo. La receta original lleva la misma medida de todos los ingredientes del relleno, pero la hago menos dulce. Mamá la decoraba con coco por encima, también lo cambié. Así como alteré las capas de bollos suizos por croissants. Va por las dos, por mamá y por Argentina, que estarán compartiendo luz por allá arriba. Mi hermano insistía en que se la hiciese; pues ya ves, aquí la tienes, aunque un poco disfrazada. Animaos y a por ella, que es muy fácil y está muy rica.
NECESITAMOS:
Para el relleno:
- 1 kilo de zanahorias
- 300 gramos de coco rallado
- 300 gramos de azúcar
- 1 chorro de moscatel
- agua de la cocción de las zanahorias
- azúcar al gusto
- moscatel
- 150 gramos de almendra molida
- colorante rojo, amarillo y verde
- 50 gramos de azúcar glass
- almíbar
- 200 gramos de chocolate blanco
- 200 gramos de nata
- 2 laminas de gelatina
24 mini croissant
Este adorno puede sustituirse por zanahorias de gominola. |
Rallamos las zanahorias y las ponemos a cocer en agua hirviendo.
Las pinchamos después de 20 minutos y comprobamos si están bien cocidas.
Las escurrimos bien del agua, que no tiramos, sino que reservamos.
Las batimos con la batidora, añadimos el azúcar, el chorro de moscatel y el coco y mezclamos bien.
Ponemos a calentar parte del caldo de la cocción con el resto de los ingredientes del almíbar hasta templarlo.
Cortamos al medio, como si fuésemos a rellenar, los croissants los sumergimos brevemente en el almíbar y los vamos colocando en la base de un molde desmontable, forrado de papel de horno, yo puse 6 croissants por capa.
Dividimos el relleno en tres partes y vamos colocando capa de croissants, capa de relleno, tres veces, para terminar con capa de croissants.
Se puede hacer con bollitos de pan de leche. |
La guardamos en la nevera sobre una bandeja, pues desprende algo de almíbar.
Dejamos de un día para otro.
El almíbar que expulsó lo recogemos para reutilizarlo.
Para el glaseado, deshacemos el chocolate con la nata al baño maría, a la vez que dejamos la gelatina en agua fría para que se hidrate.
Una vez deshecho, removemos bien fuera del fuego y ponemos la gelatina bien escurrida, removiendo bien.
Esperamos a que enfríe un poco y lo vamos dejando caer muy suave hacia el centro de la tarta, con el fin de que vaya espurriéndose ocupando toda su superficie. El glaseado sobrante ira cayendo en el bol y lo podemos reutilizar, calentándolo al baño Mª.
Para hacer las zanahorias, tenemos que hacer una masa de mazapán mezclando el azúcar glass, tamizada con la almendra molida e ir añadiendo a cucharadas almíbar templado, muy de poco en poco, y amasando. Se necesitan unas cuatro cucharadas, hasta que consigamos una masa tipo plastilina.
La dividimos en tres partes y teñimos dos partes con dos gotas de colorante rojo y tres de amarillo y una parte con dos gotas de colorante verde. Amasamos un poco para que se repartan bien.
Hacemos 15 bolas de color naranja, del tamaño de una avellana grande y vamos formando la zanahoria con cada una, haciéndola rodar en la palma de una mano y aplastándola con la otra.
Con la masa verde lo mismo, pero cada bolita del tamaño de un guisante, que rodaremos hasta conseguir una barrita fina que doblamos por el centro.
Colocamos cada tallito encima de la zanahoria.
Colocamos alrededor de la tarta las zanahorias y con la masa verde que nos sobre moldearemos como unas hiervas para colocarlas entre ellas.
Ponemos 3 zanahorias en la parte central con los tallitos hacia arriba.
Puedes ponerle en el relleno unas pasas sin semilla remojadas en moscatel y bien escurridas, complementan bien. |
¡QUE VOS APROVECHE!