Que ricas están las castañas! La verdad es que son un poco viciosas porque nos ponemos a comer y no nos basta con unas pocas. Recuerdo de niña cuando nos las ponían de postre...era un lujo! Así, peladas y cocidas con un buen vaso de leche caliente azucarada... Que recuerdos! Ahora disponemos de ellas practicamente todo el año y ya no les damos tanta importancia pero siguen siendo muy valoradas en nuestra cocina. A ver si os gusta esta manera de prepararlas.
- 1 kilo de castañas de buena calidad
- 200 ml de nata para montar
- 100 g de chocolate de fundir
- 100 ml de miel
- 6 cucharadas de azúcar
- 1/2 pocillo de anís
Quitamos la piel exterior de las castañas y vigilamos que estén todas sanas, eliminando las que tengan daño.
Ponemos agua a hervir y en ese momento ponemos el azúcar, el anís y las castañas. Tiene que cubrirlas abundantemente para que no se apelmacen y rompan.
Una vez cocidas, les quitamos el agua y cuando enfríen un poquito les vamos a quitar la telita interior colocándolas en una fuente.
Ponemos al fuego la nata con el chocolate y dejamos que suavemente se vaya fundiendo, hasta que hierva.
Ponemos en la fuente de servir las castañas que deseemos por persona y las bañamos por arriba con el chocolate para terminar regándolas con la miel. Si nos enfriasen les pegamos un pequeño toque de microondas para servirlas calentitas.