Una tarta para los muy chocolateros. |
ESCENA DE CASA
Y ES QUE AUNQUE nada puede
detenerse,
he sido tan feliz que es suficiente. Bajo
la tarde, aquí, recuerdo
ahora
la vida transcurriendo
como fruta brillante. Las fieles golondrinas
girando hasta la cuadra y el olor
de la hierba.
-Mi madre era tan joven...-
Existió todo en mí. El cariño y la infancia
como un pan abundante,
los rayos del verano entrando
hasta la siesta. El nombre de los pájaros,
su canto. Las luciérnagas,
su silencio encendido sobre las noches
largas.
Ha sido tan verdad que ya es bastante.
Más allá, los postes de la luz,
los maizales,
y el mundo se acababa.
Aurelio González Ovies, poema recogido en Esta luz tan breve.
Para la tarta
El suave bizcocho y el fuerte sabor a chocolate son una delicia. |
- 1 tableta grande de chocolate de cocer
- azúcar al gusto
- leche entera, la suficiente para deshacer el chocolate, unos 400 ml.
- 3 bases de bizcocho (pueden ser de los comerciales)
- medio litro de vino blanco de buena calidad
- 300 gramos de azúcar
Debe tomarse bien fría. |
Elaboración
Con los bizcochos comerciales sale muy rica. |
Para la preparación del almíbar, cocemos unos 10 minutos el vino blanco con el azúcar y lo dejamos templar.
Ponemos a cocer el chocolate troceado con la leche, a fuego lento y removiendo para que no se pegue en el fondo. Lo dejamos hasta que se deshaga completamente. Dejamos que se temple un poco.
Vamos colocando dentro de un aro para tartas una capa de bizcocho, remojamos con un tercio del almíbar y lo cubrimos con un tercio del chocolate. Repetimos con el resto de las bases, hasta terminar con chocolate. Para que el chocolate no rompa el bizcocho remojado, ponemos una cuchara interponiéndose entre el chorro de chocolate que cae y la base de bizcocho.
El chocolate termina de endurecer en la nevera. |
Queda con un rico corte y un sabor exquisito. |
Muy rica, nada empalagosa, pero, ojo, tiene que gustarte el chocolate. |
Un bocado de repetir. |
Con una ramina de acebo. |