mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

domingo, 29 de mayo de 2011

TARTA DE MANZANA

Adorné con unas cerezas confitadas y unas hojitas de menta.
Esta es la tarta de manzana que hacía bastantes veces mamá, sobre todo en otoño, cuando abundan las manzanas en mi tierra. Nos encantaba. Recuerdo que la hacía en la plancha del horno, para que nos sobrase para el día siguiente. Casi está más rica, sobre todo cuando queda poco... A ver si os gusta.


Queda con un corte estupendo.

NECESITAMOS

Para la masa
  • 6 yemas
  • 125 gramos de mantequilla en pomada
  • rallo de medio limón
  • 175 gramos de azúcar
  • 400 gramos de harina
  • 100 gramos de almendra molida
  • 1 cucharadita de levadura tipo Royal
Para la compota de manzana
  • 3 manzanas reinetas o las que tengáis
  • el mismo peso de las manzanas limpias en azúcar
  • 1 vasín de moscatel
  • 1 palo de canela
  • la piel, sin lo blanco, de medio limón
  • un poco de agua, si lo necesita
  • canela para espolvorear

No es nada difícil de elaborar.
Para la crema pastelera
  • 1/2 litro de leche entera
  • 100 gramos de azúcar
  • 40 gramos de maicena
  • la piel, sin lo blanco, de medio limón
  • 1 palito de canela
  • 3 yemas
  • una chucharada de azúcar avainillado, opcional
Para decorar
  • 2 manzanas peladas y cortadas en gajos finos
  • mermelada de albaricoque, hervida y colada

Como no tenía otras manzanas, le puse golden.
ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 140º, con aire.

Preparamos la crema pastelera mezclando la maicena con el azúcar,el azúcar avainillado, si lo ponemos, y removemos bien para quitarle los posibles grumos y añadimos las yemas con un poco de la leche. Reservamos.

Ponemos a hervir el resto de la leche con el palo de canela y la piel del limón.

Cuando hierva, la vamos echando en hilo fino, por encima del batido de las yemas y cuando lo tengamos todo bien integrado, ponemos al fuego, sin dejar de remover hasta que vuelva a hervir, momento en el que lo apartaremos del fuego y colocaremos la crema en una fuente, forrada con papel film. La extendemos bien y la volvemos a cubrir con papel. La dejamos enfriar completamente antes de usarla.

Para la compota, ponemos a cocer las manzanas limpias y troceadas pequeñas, junto con el resto de los ingredientes. Dejamos cocer hasta que la manzana empiece a deshacerse. Dejamos enfriar y retiramos el palito de canela y la piel de limón.

Para la masa, ponemos en volcán la harina tamizada con la levadura, colocamos el resto de ingredientes en el centro y amasamos bien. Tiene que quedar una masa que no se pegue a los dedos. Estiramos con el rollo sobre una superficie enharinada. Ponemos el molde donde vamos a preparar la tarta sobre la masa y añadimos al diámetro del molde, antes de cortar, los centímetros de profundidad del mismo. De este modo, la masa cubrirá completamente, la base y los laterales de la tarta.

Forramos con papel de horno y colocamos la masa. La pinchamos repetidas veces con un tenedor.

Ponemos sobre ella en primer lugar, la compota, que, repito, tiene que estar bien fría, si no, ablandaría la masa y no cocería bien. Espolvoreamos con canela al gusto, a nosotros nos gusta con bastante.

Colocamos la crema pastelera, también bien fría, sobre la compota y decoramos al gusto con las gajos de las manzanas.

Ponemos a cocer, con aire y por abajo, hasta que la masa de alrededor se vaya poniendo tostadita.

Cambiamos a aire por arriba y por abajo y dejamos hasta que la manzana se dore.

Sacamos la tarta y la pintamos con la mermelada, cubriendo bien los gajos de manzana y la metemos al horno, solo con el grill hasta que adquiera un bonito dorado.

Dejamos enfriar.

Queda muy suave, no empalaga.

¡BUEN PROVECHO!