De esta manera quedan muy gustosos y conservan bastante bien su sabor original. También su color.
Acompañados de nata montada están muy ricos. |
- Pesamos los higos y ponemos la mitad de azúcar
- El mismo peso de agua que de azúcar
- Zumo de limón
Lavamos bien los higos.
Los pinchamos por diferentes puntos con un palillo y les quitamos el rabito.
Los pesamos, escurriéndolos bien, para calcular el azúcar.
Los colocamos en una olla con agua fría, esperamos a que hiervan, les quitamos la espuma que sueltan y los dejamos 3 minutos.
Los escurrimos bien y con mucho cuidado de que no nos rompan, vamos rellenando tarros de cristal que ya tendremos esterilizados.
Con el agua y el azúcar hacemos un almíbar, sin ningún punto, solamente dejar que hierva. Apartamos del fuego.
Rellenamos con el almíbar los huecos que nos queden en el tarro y le ponemos por arriba un chorrito de zumo de limón, que nos hará de conservante. Tapamos bien.
Ponemos a cocer al baño María y contamos 20 minutos desde que empiecen a hervir.
Una vez pasados, enfriamos igual que hicimos con la mermelada de guindas.
De esta manera, bien escurridos, nos sirven para acompañar muchas recetas. |
¡QUE APROVECHE!