mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

sábado, 28 de mayo de 2011

GALLETAS DE MAÍZ

Os sorprenderá su rico sabor a maíz.
Quedan muy crujientes. Con bastante sabor a maíz.



Aguantan mucho tiempo crujientes si las conservas en una lata bien tapadas.
NECESITAMOS:
  • 200 gramos de mantequilla en pomada
  • 150 gramos de azúcar integral
  • 1 yema
  • 4 cucharadas de nata
  • rallo de 1 limón
  • 1 cucharadita de canela
  • 250 gramos de harina especial repostería
  • 50 gramos de harina de maíz, molida muy fina
  • 1 cucharadita de levadura tipo Royal
  • Las pinché con un tenedor por arriba para decorarlas un poco.

ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno con aire a 140º.

Mezclamos bien la nata con el azúcar, la yema, la canela y el rallo del limón.

Le añadimos la mantequilla.

Mezclamos y tamizamos las harinas con la levadura.

Hacemos con ella un volcán y colocamos en el centro la mezcla de la mantequilla.

Amasamos poco, lo suficiente para conseguir una masa que se desprenda de los dedos.

Dependiendo de la calidad de la harina puede necesitar un poco más.

Estiramos con el rollo sobre una superficie enharinada y formamos las galletas con un cortapastas, utilicé uno redondo de 4 centímetros de diámetro.

Colocamos las galletas  en bandeja con papel y horneamos en la posición central hasta que empiecen a dorarse, unos 10 minutos, si las dejamos de medio centímetro de grosor. Para que queden crujientes no se deberían de hacer más gruesas.

Dejamos enfriar.

Ojo con el horneado, parece que están blandas, pero al enfriar se ponen crujientes.

¡Que vos presten!