Es por excelencia uno de los postres típicos de nuestra región. Tanto si el relleno va de almendra como de nuez, están verdaderamente riquísimas. En mi concejo por carnaval los niños se disfrazaban y, en grupo, acudían, casa por casa, pidiendo alguna tostadura para llevarse a la boca. Aquí les dan rosquillas, allí frixuelos, allá casadielles... Un regalo para el paladar, ya vereís.
Estas están fritas, pero se pueden hacer perfectamente en el horno. |
PARA LA MASA:
- 1 tacita de café de vino blanco
- 1/2 tacita de café de aceite de girasol
- 1/2 tacita de café de mantequilla templada
- 1 cucharadita de levadura Royal
- 1 yema
- 1 pizca de sal
- harina, la que nos lleve hasta conseguir una masa que no se nos pegue a las manos
- trozo de piel de limón
- aceite para freír
Mezclamos bien el aceite, el vino blanco y la sal.
Agregamos la mantequilla, la yema y la levadura , removemos.
Se va poniendo poco a poco la harina necesaria hasta conseguir una masa suave pero que no se pega a las manos.
Estiramos con el rollo y le pegamos unas vueltas, al azar. Hacemos una bola y cubrimos con papel film.
Dejamos reposar en la nevera unas 3 horas.
PARA EL RELLENO:
- 1 taza de nuez molida no muy fina
- 1/2 taza de azúcar
- 1 1/2 copa de anís
ELABORACIÓN:
Una vez pasado el tiempo de reposo, se estira la masa finita y se van cortando rectángulos, poniendo en un lado una porción estirada del relleno y enroscando el resto de la masa sobre ello. Untamos el borde con un poco de agua para que se pegue. no conviene poner mucho relleno para que no se nos abran en el aceite.
Calentamos bien el aceite y vamos friendo de pocas en pocas para que nos queden bien crujientes.
Una vez frías, se pasan enteras por azúcar.
El relleno puede hacerse con nuez, avellana, almendra, manzana en compota... |
¡QUE APROVECHE!