De esta manera es como más me gusta y me convence. Queda muy jugoso y con un toque a limón rico, rico. Además es muy fácil de hacer. Me costaba darle el punto justo al cordero y así acerté de pleno. A ver qué os parece.
Lo acompañé de una ensalada, patatas y cebollas caramelizadas. |
- 1 pierna o paletilla de cordero
- 3 limones
- 200 gramos de mantequilla
- especias al gusto de cada uno, yo le pongo tomillo, hinojo, orégano, ajo, nuez moscada y pimientas
- 1 vaso de brandy
- 1 vaso de vino blanco
- ensalada y guarnición que queramos
El día anterior a la preparación adobamos bien la pierna troceada y le ponemos el jugo de los limones. Por encima le colocamos las pieles de los limones y lo guardamos en la nevera.
Sacamos la carne y la escurrimos bien recogiendo los líquidos del adobo para colarlo bien y reservarlo.
Colocamos la mitad de la mantequilla en una cazuela y la calentamos bien. Vamos dorando la carne y echándola en otra cazuela. Añadimos más mantequilla a medida que la necesitemos.
Dorada toda la carne, utilizamos el resto de la mantequilla para freírla y los jugos que teníamos reservados. Ponemos al fuego.
Cuando hierva le echamos por encima el vino y el brandy. Lo flambeamos para quitarle los alcoholes.
Tapamos y dejamos que se vaya haciendo lentamente, volteando con cuidado a los trozos una o dos veces.
Emplatamos con ensalada y la guarnición que más nos guste.
¡BUEN PROVECHO!
Podéis ver lo jugosín y 'supertierno' que nos queda. |