Las marañuelas son una especie de galletas típicas de toda la comarca de Avilés y de Carreño. Pero en cada concejo las elaboramos de una manera distinta, por lo que resultan con una textura completamente diferente. Se hacen todo el año, pero no pueden faltar en la Semana Santa. Recuerdo de niña, en casa de mis bisabuelos, que las sacaban del 'forno' y las ponían en "goxas", especie de cestos muy grandes, hasta que estaban frías, momento en que las repartían entre todos los de casa... Años más tarde amasábamos en casa y las cocíamos en la panadería. Ahora con los hornos que tenemos se pueden hacer en tu propia cocina y quedan bastante bien. En esta receta les pongo un chorrín de anís, pero la original no lleva. Así las hacían en mi familia.
Las redondas enroscadas en espiral tienen la forma tradicional de la marañuela. |
- 1 kilo de harina de repostería
- 1 huevo
- 11 yemas
- 500 gramos de azúcar
- 250 gramos de manteca cocida
- rallo de 2 limones
- un chorro de anís
Ver paso a paso aquí-
Mezclamos el huevo y las yemas con el azúcar y batimos bien.
Ponemos 750 gramos de harina tamizada en volcán y echamos en el centro la mezcla anterior, la manteca templada, el rallo de los limones y el chorrito de anís y vamos mezclándolo todo, de manera que se nos integren bien todos los ingredientes.
Vamos añadiendo harina hasta conseguir una masa elástica que no se pegue a los dedos y fácilmente manejable.
Cortamos parte de la masa, hacemos una tira alargada y la porcionamos en trozos del tamaño de una pelota de golf.
Estiramos cada trozo haciéndolo girar sobre el mármol y le vamos dando forma, colocando en placa de horno forrada con papel, un poco separadas para que no se peguen unas a otras.
Calentamos el horno a 180º sólo con aire y las colocamos en la parte central, hasta que las veamos doraditas.
Dejamos que se enfríen en la bandeja para que no se nos rompan.
Esperamos a que estén frías y las colocamos en recipientes metálicos para que se nos conserven. Se mantienen más de un mes.
¡BUEN PROVECHO!
Si os gustan más blandas, las dejáis destapadas unos días. |