Servimos con un poco de morcilla deshecha. |
NECESITAMOS:- 8 cebollas de tamaño mediano
- 4 morcillas de buena calidad, en este caso caseras, de la matanza
- aceite de oliva
- sal
- vino blanco
- harina para rebozar
Pelamos y limpiamos bien las cebollas.
Con ayuda de un ahuecador de patatas o una cucharilla vaciamos la cebolla de parte de su interior, de manera que nos quede hueco suficiente para rellenar con media morcilla.
Los trozos del interior los picamos muy finitos. Reservamos.
Quitamos la piel a las morcillas y colocamos en el hueco de las cebollas.
Las envolvemos en harina y las sacudimos para eliminar el exceso.
En abundante aceite caliente las freímos, con el hueco hacia arriba, para evitar que se nos escape morcilla.
En el aceite sobrante, freímos la cebolla que teníamos picada y cuando esté transparente, añadimos el vino blanco y un poco de agua.
Colocamos las cebollas con el hueco hacia arriba y dejamos que se vayan haciendo, a fuego suave.
Cuando las pinchemos con un palillo y notemos que entra sin problema, estarán listas. Tardan una hora y media aproximadamente.
Vigilamos que no se queden secas, y si fuese así, añadiriamos un poco de agua.
Servimos muy calientes, acompañadas de un poco de salsa y unas patatas fritas. También podemos deshacer más morcilla y añadir a las patatas.
Podemos ponerle unes patatines frites. |
¡BUEN PROVECHO!