mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

miércoles, 27 de julio de 2011

CROQUETAS DE CONEJO

Las acompañé con unas aceitunas negras, ensalada y mahonesa.
Bueno, las hice con un muslín de conejo al whisky que me sobró. Estaban deliciosas. Las podemos preparar con cualquier resto de carne que tengamos por casa. La bechamel, muy cremosa.

NECESITAMOS
  •  3 nueces de  mantequilla
  •  2 cucharadas colmadas de maicena
  •  2 cucharadas colmadas de harina
  •  1 litro de leche entera
  •  pimienta, nuez moscada, clavo molido y sal al gusto
  •  un muslín de conejo al whisky, o restos de conejo
  • huevo batido, harina y pan rallado para el rebozo.
  • aceite de oliva
Si sobran, cuando las queramos comer, las metemos un poco al horno y quedan otra vez crujientes.
ELABORACIÓN

Deshuesamos el conejo y lo partimos en trocinos pequeñinos.

Colocamos la leche, aromatizada con las especias que queramos a hervir (yo le puse pimienta, nuez moscada y un poco de clavo molido)

Tamizamos juntas la harina y la maicena.

Ponemos en un cazo alto la mantequilla a deshacer y cuando esté bien líquida y caliente, le echamos de golpe la harina y movemos sin parar, dejando que se cueza unos minutos, hasta que veamos que empieza a tener un bonito color dorado. De esta manera le quitaremos el sabor "a crudo".

Le vamos añadiendo muy de poco en poco la leche caliente y removiendo sin parar, a fuego suave. (Removemos hasta que se empiece a secar antes de poner más líquido, así, )más cremosa quedará la crema.)

Una vez terminada toda la leche, añadimos el conejo y dejamos cocer el conjunto unos minutos.
Salamos.

Forramos una bandeja con papel film y colocamos encima la crema de las croquetas. Inmediatamente tapamos con otro papel film, dejando la crema bien cubierta. Si quedasen espacios en los que hubiera aire, pinchamos con una aguja fina. Así evitamos una especie de molesta "piel "en la superficie de la crema.

Dejamos enfriar y una vez fría cortamos porciones iguales, del tamaño que más nos guste.

Las moldeamos y las pasamos por harina. Las vamos colocando en una fuente plana, un poco separadas para que no se peguen.

Una vez hecho este primer paso, las metemos en huevo e inmediatamente en pan rallado, cubriéndolas bien y rectificando la forma para dejarlas lo más curiosinas posible.

Las dejamos reposar media hora, fuera de la nevera y tapadas con papel de cocina.

Calentamos abundante aceite, lo suficiente para que la croqueta no toque el fondo de la sartén, y cuando esté bien caliente las freímos, en tandas pequeñas.

Las colocamos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.

Servir bien calentinas.
Muy crujientes por fuera y cremosinas al partir.

¡QUE VOS PRESTEN!!!