FLAN DE SARTÉN DE MI GÜELA

Queda con brillo y color estupendos

Hoy traigo un postre que siempre me recordará a mi güelina Jesusa. Lo hacía en una sartén vieja, de las que se le rompía el asa, pero que en su interior se podía elaborar cualquier cosa, porque las cuidaba como nadie. Siempre las dejaba engrasadas para encontrarlas a punto. Recuerdo que tenía aquella casa tan antigua y grande, con los suelos de madera y tierra, sí sí, tierra, que de tanto transitar y limpiar, brillaba como mármol. La madera la fregaba con arena de restregar la chapa de la cocina, se arrodillaba y dale que dale, para lavarla bien después con agua caliente y secarla con trapos viejos de sábana... Con su impecable moño en la cabeza cana, su piel blanca y fina y su cara bonachona... De esas personas que se van para no desaparecer nunca.
El flan se preparaba para los festejos y nos gustaba y nos ilusionaba muchísimo.
Ella también ocupa su estrella...  En su memoria dejo la receta.


NECESITAMOS

• Un bote grande de leche condensada
• 8 yemas
• 2 huevos enteros
• el rallo de 1 limón
• 1 rama de canela

Para el caramelo

• 5 cucharadas de azúcar
• 5 cucharadas de agua 
•  unas gotas de zumo de limón

En la sartén sin quitar la ramina de canela.

ELABORACIÓN

Calentamos el horno a 160º.

En una sartén de asas ponemos el azúcar a calentar con el agua y el zumo hasta formar un caramelo moreno.

Hecho, movemos por todo el contorno de la sartén, para que se esparza bien. Dejamos que se enfríe completamente

Sale un flan de 22 centímetros de diámetro

Batimos los huevos con la leche condensada y el rallo del limón. Tiene que quedar como una crema.

La volcamos sobre la sartén con el caramelo y colocamos en una fuente con agua, para cocer al baño Mª.

Ponemos sobre la crema del flan la rama de canela y la empujamos un poco para que se humedezca.

Basta con raciones pequeñinas, llena bastante.

Introducimos en el horno, con el calor por abajo y dejamos hasta que al pinchar con un palillo ese salga seco.( Durante la cocción tenemos que vigilar el agua, se evapora con el calor y si se seca hay que poner más)

Cambiamos a horno por arriba unos minutos  y lo sacamos para dejar enfriar bien.

Para desmoldarlo, quitamos la rama de canela, colocamos la sartén sobre un bol con agua caliente y la dejamos unos minutos. El caramelo ablanda y se despega sin problemas. Le damos la vuelta.

Empareja muy bien con helado de avellana.

Lo metemos un poco en la nevera, se aprecia mejor su sabor si no está muy frío.

A ver que os parece.

¡¡¡Un bocado delicioso!!!

¡¡¡QUE VOS PRESTE!!!

En relación al dulce de membrillo:

Hoy os muestro las fotos del membrillo. A algunos-as de vosotros-as, os parecía curioso que ya hiciera el dulce de membrillo. Os muestro el árbol, con los membrillos ya recogidos. Me gustaría que me comentéis que puede ser lo que le pasa. Si no recojo los membrillos, se pudren todos, de hecho ya os comentaba que la mitad estaban dañados y no los pude aprovechar. El resto estaban aún algo verdes, pero, cocinados, dieron un dulce que quedó perfecto. Un besín.

El membrillo se podó hace tres años casi por completo.

Algún fruto se pudre sin crecer.

Las hojas tienen puntinos negros y se secan.

¿Se os ocurre algo para salvarlo?

¡¡¡GRACIAS!!!