NEGRITOS (me llevan a la pastelería de Miguel Ángel...)

¡¡¡Qué recuerdos más buenos!!!

Estos pastelinos siempre nos gustaron mucho en casa. Recuerdo aquellos lunes en la pastelería de Miguel Ángel, en los años de bachillerato, cargados de libros; unos días por lluvia y frío y otros por calor, el caso es que nos encantaba ir a merendar allí. Eran mucho más baratos que los pasteles al uso y nos poníamos hasta arriba 'por cuatro duros'. En ocasiones esperaba estudiando la hora del autobús que me llevaba a casa... Siempre la sonrisa de Miguel Ángel, impecable, de blanco, y las charlas con Conchita, que desde entonces me acompañaban. Me encontré muy a gusto con ellos y su sencillez y cercanía, rodeada de cosinas ricas y ese olor a pastelería que se me pegaba a la ropa... ¡¡¡Hace miles de años de eso!!!... ¿No os pasa lo mismo al comer alguna cosa, sentir que se os encoge el pecho de nostalgia?... Ese es el sentimiento de este instante con estos dulces.


Los negritos. Nos siguen gustando mucho. Además vienen muy bien para reciclar esos restos que rondan por el armario. Por supuesto que los suyos (entonces) son diferentes, pero éstos no están mal.

Quedan húmedos por dentro y crujientes por el exterior.

NECESITAMOS

• 8 magdalenas
• 2 flanes de chocolate
• 8 bizcochos de soletilla
• 3 huevos
• 1 yogurt natural
• 1 medida de yogurt de aceite de girasol
• 2 medidas de azúcar
• 1 tableta de chocolate negro con almendra, triturado
• la harina necesaria para que nos quede una masa de bizcocho, unos 350 gramos
• 1 sobre de levadura tipo Royal

Azúcar glass para espolvorear

Podemos poner un trozo de bizcocho que nos quedase, de pastel, de tarta. Todo bien triturado.

ELABORACIÓN

Ponemos a calentar el horno a 150º.

Deshacemos las magdalenas y los bizcochos.

Aparte batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen.

Añadimos el yogurt y el aceite y seguimos batiendo.

Incorporamos los flanes y el chocolate triturado. Mezclamos.

Vamos poniendo las magdalenas y los bizcochos triturados y mezclamos bien.

Por último, mezclamos la levadura con 300 gramos de harina de repostería, tamizamos  y la vamos poniendo en el conjunto poco a poco, hasta que quede todo bien unido.

Si vemos que la masa está muy blanda, le ponemos la harina necesaria para conseguir la textura de la masa  de un bizcocho.

Colocamos en un molde rectangular forrado con papel de horno. Lo ponemos en la parte baja del horno, con calor por abajo,hasta que empiece a ponerse tostado por los lados. Cambiamos a calor por arriba y por abajo. Tarda unos 40 minutos. Lo pinchamos con un palillo para comprobar que sale sin resto de masa.

Esperamos a que se enfríe y lo partimos en trocinos rectangulares.

Cubrimos con azúcar glass, espolvoreando sobre un colador.

Con unos trocinos de frutas confitadas están estupendos.

¡¡¡Que vos presten!!!