Unas bases para todo tipo de rellenos. |
Dejo alguna sugerencia de presentación, pero quedan estupendas rellenas de ensaladilla rusa, bonito o palito de mar con mayonesa, cualquier paté, pasta de aceitunas con anchoas, bacalao al ajillo, pulpo a la gallega... en fin, todo lo que apetezca poner, sin necesidad de gastar mucho.
Y os recuerdo que si tenéis intención de preparar los mazapanes, es el momento, para degustarlos, en su punto, el día de Nochebuena, ejem... Os dejo los enlaces de los mismos y de la fabada de mazapán, por si queréis sorprender a vuestros invitados: mazapanes sencillos, fabada de mazapán.
Galería de Imágenes
Posted by aureliog under General
(Castillete del Museo de la Minería. Para Elena I. y Rosa S.)
Quisiera erguir un verso como un túnel,
entrar en vuestra piel, con una lámpara;
quisiera descender al corazón
por alguna de tantas bocaminas.
El halo de la luna en el Nalón,
la noche que se enciende en las ventanas,
la fiambrera puesta en el alfeizar,
el bocadillo envuelto con el alba,
el humo que madruga en las cocinas.
La povisa azulada de las berzas.
El castillete oculto entre las zarzas.
El chivo atado que rumia el silencio.
Los cobertizos, el bidón del agua,
las eras a la orilla de las vías.
Los tendales frecuentes con las mudas,
el fatu de los fines de semana,
las estriadas manos que enjabonan,
la blancura gastada de las toallas.
Sirenas: doce en punto de la vida.
Las barriadas que surgían del cisco,
el vinagre y el Fóster de las chapas;
la lentitud del tren que iba al pasado,
la carretera nueva hacia la nada,
un volador y un santo y una ermita.
Las casas que no ocultan su humildad,
el privilegio grande de una casa,
sus cuartos de humedad, baldosa y friso,
la cal obrera y descascarillada,
las barriadas que crecen y se apilan.
La tierra y la mañana que retumban,
la espera, el nerviosismo, la mañana.
Las familias que llegan de muy lejos,
el cartero con la esperada carta,
las tísicas libretas de familia.
El sabor gris de los economatos.
El olor acre de las bacaladas.
El costoso jornal. El día 10:
el aceite, el azúcar, las conservas,
la palidez antigua de la harina.
La tizna de la raza de los padres,
los párpados del padre que no aclaran,
el padre que a las cuatro se despierta,
el padre libre que vive entre jaulas,
el padre que no ve la luz del día.
Los chigres donde se bebe el ahora,
el ahora, más firme que el mañana,
el ahora y el hoy de pisar suelo;
el bar-tienda, la esquela en la fachada.
El hechizo de las confiterías.
El tendido de cables. Los calderos.
Las mujeres que charlan y repasan.
El cuello ácido de las chimeneas.
Los bronquios agotados de las fábricas.
La infancia del cemento y la uralita…
Aquí dejo el candil de mi palabra,
es de carburo, alumbra al pronunciarla:
no es tarde nunca. Es siempre todavía.
(Leído en Teatro Municipal de El Entrego. Año 2007)
Para las tartaletas, necesitamos (salen unas 40)
- 1 pocillo de aceite, mejor girasol
- 1 pocillo de mantequilla líquida
- 1 pocillo de agua fría
- 1 yema
- una pizca de sal
- 1 sobre de levadura de panadería seca o 10 gramos de levadura prensada
- harina, la que admita, la suficiente para que la masa no se pegue a las manos.
Elaboración:
Relleno: base de mermelada de cabello de ángel con trocinos de jamón ibérico frito. |
Relleno: una base de queso cremoso, jamón en dadinos, trocinos de ciruela y regado todo con miel. |