mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

lunes, 10 de marzo de 2014

TARTA DE LA CAZONERA, CARDO (Con patatas)


Hoy una receta de las de toda la vida en la Cazonera, casa de mi amiga Ana, en la parroquia de San Martín de Cardo, en Gozón. Es la tarta que se preparó siempre para las fiestas. La hacían por triplicado y así tenían tres hermosos postres con los que agasajar a los muchos invitados que siempre se reunían para celebrar el patrón. Lo de utilizar patatas en el relleno me parece muy curioso. La preparé tal cual, aunque la almendra se la puse casi en granillo, para encontrar trocinos, pero la próxima que haga la trituraré más, fiel a la receta. Gracias Ana, está muy rica.


Un texto de A. G. Ovies, publicado en La Nueva España, 5 de Marzo 2014


Me siento a contemplar esta tarde tranquila de domingo que acaba. Son las seis, pero advierto que oscurece de pronto. Los magnolios quizá no sientan como yo esta luz fugitiva y tan escasa. La ciudad es la misma que cruzo día a día, pero un sigilo extraño la dota de una falsa perspectiva. Todo en mí pide voz. Hoy respiro palabra. Regresa una familia del campo con su perro y sus niños. Traen cestos con berzas y ramos de narcisos. Traen bolsas con restos de comida, con mendrugos de pan y trozos de empanada. Los pequeños, manchados de verdín, han caído rendidos. Recuerdo cómo huelen estos lentos domingos de primeros de marzo. Algo vuelve a punzarme entre la realidad y los hilos del alma.
Todo en mí es tosquedad. Desconozco qué soy, la piel que me acoraza. ¿Si mis ojos miraran de manera más agria este cielo que ofrece matices tan humanos, me dolería la vida tan hondo como ahora? ¿Me dan significado estos prunos floridos que, tal vez, menoscabe una nevada? ¿Perduran frente a mí? ¿Si no viera belleza en todo lo que observo sería menos intenso el necesario adiós? ¿Qué percepción mantengo de cuanto me rodea? ¿Por qué no entiendo el todo sin atisbar la nada?
¿Qué les duele a mis manos cuando rozan tu carne? ¿Qué tocan, como temblor de otoño, disperso por tu espalda? ¿Qué habita en ti tan parecido al humo? ¿Por qué te auguro lejos? ¿Eres acaso el tiempo que no he de concluir? ¿Si no estuvieras tú, la oscuridad cabría en lo ancho de la noche? ¿Cuánto dilataría la distancia? ¿Soy sin ti lo que no sé que soy? ¿Me marcaría tanto tener que abandonar los lindes de tu nombre? ¿Tener que no escuchar tu gozo entre el fulgor de la mañana?
¿Y mi boca, qué halla protegido en tus labios? ¿Cuándo sale a tu encuentro, qué la lleva hacia ti? ¿Qué le dicta en silencio tu pasión a mi ser? ¿Con qué fuego lo llama? ¿Cuánto te debo en todo? ¿Por qué no advierto el día antes de comprobar que sigues a mi lado? ¿Qué me impide desgranar lo presente sin más temor ni más desesperanza? ¿Quién me enseñó a evocar antes que a poseer? ¿A perder lo que aún no ha acaecido, a añorar lo que ni he disfrutado? ¿Cuánta melancolía derrocho a cada instante? ¿Por qué si estás aquí presiento que me faltas? ¿Es negación total, es perspectiva falsa?

Para la tarta, necesitamos:

Para la masa

  • 1 huevo 
  • 2 cucharadas de anís
  • 1 cucharada de margarina
  • 1 cucharada de azúcar
  • la harina necesaria para formar una masa
Para el relleno
  • 2 patatas cocidas medianas
  • media copa de anís
  • una cucharadina de vinagre
  • una cucharada de levadura tipo Royal
  • rallo y zumo de 1 limón
  • 1 cucharada de manteca o margarina
  • 80 gramos de almendra molida ( se la puse picada gruesa)
  • 80 gramos de coco rallado
  • 4 cucharadas de leche
  • 2 huevos, las claras a punto de nieve
  • 6 cucharadas de azúcar
Elaboración:

Ponemos el huevo, el anís, la margarina deshecha y el azúcar, mezclamos y añadimos poco a poco la harina necesaria para formar una masa elástica.   Estiramos en la mesa de trabajo enharinada.
Forramos un molde con papel de cocina húmedo para que se adapte mejor (este truco se lo vi a a mi a miga Nieves, del blog Dulce y salado) Ponemos  la masa y retiramos el exceso de los bordes.
En un bol ponemos todos los ingredientes del relleno, menos las claras, que añadiremos después. Las patatas, se pasarán previamente por el pasapuré.
Mezclamos bien. Batimos las claras a punto de nieve y mezclamos suavemente el conjunto.

Ponemos sobre la masa, dejando más o menos un centímetro y medio libre de relleno, en el borde ya que al cocer crece. Cocemos en horno precalentado a 180º, primero una media hora por abajo solamente y luego un cuarto de hora más por arriba y por abajo.
Pinchamos para comprobar que está bien cocida. Ponemos sobre rejilla, transcurrido un tiempo quitamos el molde, el papel y dejamos que se enfríe del todo.
Original, poco dulce y suave.