Día de Asturias, de nuestra Santina... Con un calor muy poco usual en estas tierras del Norte, felicito a todos los asturianos, especialmente a los que se encuentran fuera de la región y lo celebro con esta tarta. Muy fácil y económica, ya lo veréis.
La receta es de mamá, de las que tengo recopiladas, escritas con una caligrafía rápida y descuidada en cualquier papel que tenía a mano en el momento de copiarla... Me llegan al alma.
Buen resto de verano y perdonad si no contesto a vuestros comentarios siempre cariñosos: no tengo apenas tiempo en estas últimas semanas. Días mejores vendrán. Besinos a todos.
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Un texto de A. G. Ovies publicado en La Nueva España:
Escena acostumbrada
Imágenes de los últimos días del verano. |
La puerta abierta como está siempre. La alfombra puesta sobre el balcón. El pescadero chifla a lo lejos. En los sanjuanes ropa tendida. En las aceras, el ocle al sol. Huele a salitre el aire cálido. Todo está quieto como en la muerte. Todo palpita, pero en silencio. Entra septiembre, mas hay calor. Sabe a manzana esta luz mustia. Aún no tenemos clases de tarde ni libros nuevos ni obligaciones. Es mediodía. Mi madre friega, arrodillada sobre una esponja, la piel gastada de las baldosas. Lejía y jabón. Y mientras deja por el pasillo páginas sueltas de unos periódicos, canta en bajito esta canción:
A las entradas de Barcelona / había una niña como un jazmín / bordaba flores y margaritas, / bordaba rosas para Madrid. / A los quince años solita quedó / bajo el amparo de un mal hermano / que era un borracho y un jugador. / Y un día estando solitos los dos / hacia su hermana se dirigió: / por tu cariño me vuelvo loco / y tu marido quiero ser yo. / La pobre niña muy asustada / se dio la vuelta y le respondió: /antes prefiero mil veces morir / que tú, mi hermano, manches mi honor; / antes prefiero mil veces morir / que de un hermano gozar de amor. / Al oír esto el malvado aquel / sobre su hermana se abalanzó, / metió la mano en el bolsillo / sacó un revólver y la mató.
Ella no sabe que la escuchamos. Mira y se calla y nos repite que no cantemos ni recordemos lo que cantó. Que es una historia que le sonaba de cuando niña. Que es como un cuento, una leyenda. Que no es verdad.No sucedió. Que es un romance que repartían los mutilados que se sentaban donde la plaza, a llorar hambre y pedir limosna, con una lata y con un cartón.
La casa limpia como está siempre. La pota hierve sobre el fogón. Una escudilla con higos nuevos. Y unos recibos allí incrustados entre los marcos de la alacena circunvalada por un cordón. Suena en la radio un noticiario. Y a cada rato el mismo anuncio: 'Tulipán Negro'. Las emisoras se van a veces y surgen ruidos como lejanos. Los platos listos. La mesa puesta. Agua del pozo en el porrón. Brotan tempranos los crisantemos. No se me borre nunca la imagen de esta cocina tan poca cosa, pero tan nuestra como la ropa con el aroma de noche fría, leña y carbón.
Para la tarta, necesitamos:
- 4 huevos
- 4 cucharadas de mantequilla líquida (unos segundos en el micro)
- 4 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de harina
- 1 cucharada de levadura tipo Royal
Para la compota:
- 4 cucharadas de azúcar
- 1 kilo de manzanas, menos 2 para cubrir la tarta
- un palo de canela
- la piel, sin lo blanco, de 1 limón
- un poco de agua
Elaboración:
Primero cocemos todos los ingredientes de la compota a fuego suave hasta que la manzana se deshaga. Retiramos la canela y la piel del limón.
En una fuente ponemos los huevos, la mantequilla, el azúcar, la harina y la levadurina. Mezclamos bien con una cuchara de madera. |
Hasta dejar una masa blandina y sin grumos. Engrasamos un molde y lo enharinamos, cuidando que no quede mucha harina pegada. Ponemos la masa y sobre ella la compota extendida. |
Cubrimos toda la tarta con gajos de manzana bien finos y superponiendo uno sobre otro. Es interesante pasar el lado de la manzana que va a estar en contacto con la masa, con harina, para que no se hunda al cocer. En este caso intenté hacer la Cruz de la Victoria y no la cubrí entera. También hice unas bolinas con un ahuecador de patatas y les puse al final unas hojas de manzano. La idea no es mía, se las vi a Belén del blog Belenciaga paso a paso (es genial) |
Cocemos en horno precalentado a 180º, unos 40 minutos. Esperamos a que se enfríe y le damos la vuelta. Pintamos con mermelada de melocotón o con gelatina de manzana( yo la preparó exactamente igual que Belén y queda genial) |
Y este es el rico resultado. ¡¡¡QUE VOS PRESTE!!! |