Tiene un sabor muy suave. |
De pequeñinos jugábamos con los frutos del árbol. Hacíamos bebidas y nos manchábamos los dedos y las rodillas como si fueran heridas que sangraban y que curábamos. Pero nos decían que no se nos ocurriera comerlos, que eran venenosos. La verdad es que hacíamos caso y parte de razón no les faltaban a nuestros mayores. Los frutos verdes son venenosos, pero maduros y, además cocinados, son totalmente comestibles, al menos eso dicen.
En cuanto a la mermelada, una amiga me comentó que la había comido y que estaba rica. Así que la preparé y el resultado fue muy positivo. No la trituré y los graninos quedan crujientes, muy agradables al paladar. El color intenso, precioso.
La tarta nos gustó mucho, de hecho también se terminó en el día!!! A ver si os gusta.
Me pasé con la crema de leche y me quedó un poco líquida la base, pero de sabor, estupenda. |
NECESITAMOS
- 1 tarrina de queso de mascarpone
- 200 grs de nata
- 200 gramos de leche condensada
- 200 gramos de almendra molida
- 200 cl de leche entera
- 200 gramos de azúcar
- 1 sobre de preparado para cuajada
- 1 hoja de gelatina
- 150 gramos de galletas amarettini (de Lidl)
- medio bote de crema de leche (yo le puse algo más y al ablandarse las galletas me quedó la base un poco líquida.
- 10 cucharadas de mermelada de sauco
- 10 cucharadas de agua
- 1 hoja de gelatina
El saborín a almendra amarga de las galletas, la crema de leche y el queso hacen que esté exquisita. |
ELABORACIÓN
DE LA MERMELADA
Queda genial, con un brillo único |
Necesitamos
- 700 gramos de azúcar por kilo de frutos de sauco
- el zumo de 1 limón
Los graninos quedan muy crujientes. |
Elaboración
Procedemos de igual modo que para la mermelada de higos
Los frutos del sauco se utilizan también como tinte, para tela y lana. |
De la tarta
Ponemos sobre la base de un molde desmontable papel de hornear.
Colocamos el aro y lo cerramos.
Trituramos con la picadora (o con el rodillo de amasar) las galletas y les añadimos el dulce de leche. amasamos un poco y cubrimos la base del molde. Mantenemos refrigerado, mejor en el congelador.
Mezclamos 100cl de leche con el azúcar y el preparado para cuajada.
Hidratamos la gelatina en agua fría unos cuantos minutos, la escurrimos. La disolvemos en un poco de agua caliente.
Ponemos a calentar 100cl de leche con la leche condensada, el queso, la nata y la almendra, todo bien mezclado.
Cuando esté caliente, pero sin llegar a hervir, añadimos el conjunto de la leche que teníamos preparado y removemos hasta que hierva.
Separamos del fuego y removemos para quitarle un poco de calor y así añadir la gelatina que tenemos con el agua.
Disponemos el conjunto sobre la base que teníamos preparada.
Esperamos a que se temple y la refrigeramos hasta que se enfríe por completo.
Una vez fría, preparamos la cobertura.
Primero, ponemos a hidratar la gelatina en agua fría.
Colocamos en un cazo la mermelada con el agua y la calentamos hasta que hierva. Apartamos del fuego.
Escurrimos bien la gelatina y la disolvemos en un poco de agua caliente,(dos cucharadas) la incorporamos a la mermelada.
La dejamos caer sobre la crema del queso, con cuidado y de una sola vez, para que nos quede una superficie lisa y brillante.
Volvemos a refrigerar.
Consumir mejor de un día para otro.
Hay un trocín... |
Medio trocín... |
Y se fue acabando!!! Fotos del ábol de la mermelada: el sauco, benito, sabugo... |